Los vampiros no poseen sangre, su corazón no late,y no producen lágrimas. Sin embargo, por su cuerpo fluye una sustancia venenosa llamada ponzoña, la cual permite la conversión en vampiro si la transmiten al cuerpo de un humano.
Se puede convertir a una persona en uno de ellos solo si al morderla está realmente concentrado y deseando el cambio. La mayor parte de las veces la persona muere en el proceso ya que para el vampiro es muy difícil de conseguir.
Si pierden un brazo, una pierna, u otro apéndice, aunque dolorosamente, se puede volver a colocar de nuevo al cuerpo, dado que el veneno es adhesivo. Sin embargo, si a un vampiro le arrancan el cabello, lo perdería para siempre, el veneno no ayuda a unir cabellos de nuevo al cuerpo.
Su olor corporal se basa en su ponzoña, la cual es muy agradable, no sólo para los seres humanos, sino para otros vampiros.
La ponzoña es un líquido marrón negruzco muy espeso.
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